Una nueva medida sobre rentas de propiedades en la ciudad de Nueva York amenaza el mercado de alquileres con rentas mas elevadas.
NUEVA YORK. El Consejo de la Ciudad de Nueva York aprobó el proyecto de ley "Equidad en los gastos de Alquiler" (FARE), que traslada el pago de los honorarios de los agentes inmobiliarios del inquilino al propietario en los contratos de alquiler. La medida, liderada por el concejal Chi Ossé y aprobada con 42 votos a favor, enfrenta la oposición de la industria inmobiliaria en esta ciudad, que argumenta que esta normativa incrementará los costos de alquiler, ya que los propietarios trasladarán este gasto a las rentas mensuales.
Usualmente, los inquilinos pagan el 15% del valor anual del alquiler como comisión, lo que equivale a $6,300 dólares si el alquiler mensual es de $3,500 dólares. Ahora, este costo recaerá en los dueños de las propiedades.
Ossé defendió la medida señalando que es de "sentido común" y que se alinea con la lógica de otras transacciones comerciales, donde el contratante asume el costo. Sin embargo, el alcalde Eric Adams, aunque no ha vetado oficialmente la ley, expresó preocupaciones sobre el impacto en pequeños propietarios y el aumento de rentas para los inquilinos.
El cambio y su posible impacto
Este cambio legislativo busca aliviar el peso económico de los inquilinos en Nueva York, una ciudad conocida por sus altos costos de vivienda. Con el pago de comisiones inmobiliarias trasladado a los propietarios, se pretende reducir los elevados costos iniciales de mudanza que, según un análisis de StreetEasy, alcanzan los 13,000 dólares en promedio. Sin embargo, este beneficio podría ser transitorio si los propietarios deciden ajustar las rentas al alza para recuperar este gasto.
Por otro lado, la medida podría ser un desafío para los pequeños propietarios, quienes suelen tener menor margen de maniobra financiera y podrían enfrentar dificultades para asumir los costos adicionales. Este cambio podría también modificar la dinámica del mercado inmobiliario, incentivando a los propietarios a gestionar directamente sus alquileres en lugar de recurrir a agentes inmobiliarios. En el largo plazo, será crucial evaluar si esta ley cumple su objetivo de beneficiar a los inquilinos sin generar efectos adversos en la accesibilidad de la vivienda en la ciudad.